
La Iglesia, a través de los tiempos, y en los últimos periodos a través de su Doctrina Social, no ha parado de denunciar estas situaciones de injusticia, urgiendo a los pueblos y a cada hombre a tomar una actitud proactiva y creativa para luchar contra esta lacra, indigna de un mundo que quiere ser humano.
Unidos a las personas e instituciones que luchan día a día por un mundo más justo y solidario, Cáritas y por tanto la Iglesia apoya los Objetivos del Milenio en línea con la civilización de la justicia y el amor, trabajando por eliminar las estructuras de pecado y hacer surgir caminos de vida y humanidad.
Trabajando por una sociedad más justa, Cáritas lucha por una sociedad más justa y humana, por un auténtico desarrollo de la persona, por una cultura de vida y desarrollo, donde la dignidad de la persona es el centro de todas sus actuaciones.
Objetivos del Milenio. Erradicar la pobreza en 2015.
ü Erradicar la pobreza extrema y el hambre
ü Educación universal
ü Igualdad entre los géneros
ü Reducir la mortalidad de niños
ü Mejorar la salud materna
ü Combatir el SIDA/VHS
ü Sostenibilidad del medio ambiente
ü Fomentar una alianza mundial para el desarrollo
Pueden parecer objetivos muy ambiciosos, ante la situación actual del mundo, pero realmente, los Objetivos del Milenio son sólo los puntos mínimos y básicos precisos para la construcción de un mundo mejor.
La importancia de estos Objetivos y la necesidad de que todas las personas de buena voluntad trabajemos por ellos es porque son objetivos de desarrollo, de realización de derechos humanos fundamentales; por estar centrados en la persona como ser humano; porque es posible mediarlos, tabularlos comprobarlos en un plazo determinado; porque, por esta vez, se cuanta con un apoyo político sin precedentes; porque obligan, tanto a los países desarrollados, como los que están en vías de desarrollo; porque son alcanzables y realistas, no son una quimera; porque el logro de uno, repercute en el logro de todos; y porque su consecución favorecerá el desarrollo y la vida de todos los pueblos, de toda la humanidad.
La lucha y consecución por los Objetivos del Milenio, contribuirá al trabajo cristiano por hacer un mundo más humano y fraterno, por preparar el camino al Reino de Dios.
Me parece que Cáritas ha caído en una trampa, basta con ponerse las gafas de leer letra pequeña en http://www.un.org/es/millenniumgoals/ También tenemos que conseguir el aborto, anticonceptivos.
ResponderEliminar¿Quién es la ONU para imponer sus ideas?
¿A quién servimos?
La Iglesia siempre ha dado sopas con honda a los organismos internacionales de los que nada tenemos que aprender, más bien al revés.
Un cordial saludo