miércoles, 12 de octubre de 2011

OBJETIVOS DEL MILENO. ERRADICAR LA POBREZA EN 2015.

Resulta evidente que hemos construido una sociedad, un mundo donde las diferencias sociales, la distribución de los recursos existentes en nuestro planeta es cada vez más escandalosa. La brecha existente entre los países del primer mundo y los del tercer o cuarto mundo, entre los ricos y los pobres aumenta día a día y ello repercute, no ya solo en las condiciones que sufren los más vulnerables, sino en la propia vida de los más pobres.

La Iglesia, a través de los tiempos, y en los últimos periodos a través de su Doctrina Social, no ha parado de denunciar estas situaciones de injusticia, urgiendo a los pueblos y a cada hombre a tomar una actitud proactiva y creativa para luchar contra esta lacra, indigna de un mundo que quiere ser humano.
Unidos a las personas e instituciones que luchan día a día por un mundo más justo y solidario, Cáritas y por tanto la Iglesia apoya los Objetivos del Milenio en línea con la civilización de la justicia y el amor, trabajando por eliminar las estructuras de pecado y hacer surgir caminos de vida y humanidad.
Trabajando por una sociedad más justa, Cáritas lucha por una sociedad más justa y humana, por un auténtico desarrollo de la persona, por una cultura de vida y desarrollo, donde la dignidad de la persona es el centro de todas sus actuaciones.
Objetivos del Milenio. Erradicar la pobreza en 2015.
ü  Erradicar la pobreza extrema y el hambre
ü  Educación universal
ü  Igualdad entre los géneros
ü  Reducir la mortalidad de niños
ü  Mejorar la salud materna
ü  Combatir el SIDA/VHS
ü  Sostenibilidad del medio ambiente
ü  Fomentar una alianza mundial para el desarrollo

Pueden parecer objetivos muy ambiciosos, ante la situación actual del mundo, pero realmente, los Objetivos del Milenio son sólo los puntos mínimos y básicos precisos para la construcción de un mundo mejor.
La importancia de estos Objetivos y la necesidad de que todas las personas de buena voluntad trabajemos por ellos es porque son objetivos de desarrollo, de realización de derechos humanos fundamentales; por estar centrados en la persona como ser humano; porque es posible mediarlos, tabularlos comprobarlos en un plazo determinado; porque, por esta vez, se cuanta con un apoyo político sin precedentes; porque obligan, tanto a los países desarrollados, como los que están en vías de desarrollo; porque son alcanzables y realistas, no son una quimera; porque el logro de uno, repercute en el logro de todos; y porque su consecución favorecerá el desarrollo y la vida de todos los pueblos, de toda la humanidad.
La lucha y consecución por los Objetivos del Milenio, contribuirá al trabajo cristiano por hacer un mundo más humano y fraterno, por preparar el camino al Reino de Dios.  

1 comentario:

  1. Me parece que Cáritas ha caído en una trampa, basta con ponerse las gafas de leer letra pequeña en http://www.un.org/es/millenniumgoals/ También tenemos que conseguir el aborto, anticonceptivos.

    ¿Quién es la ONU para imponer sus ideas?

    ¿A quién servimos?

    La Iglesia siempre ha dado sopas con honda a los organismos internacionales de los que nada tenemos que aprender, más bien al revés.

    Un cordial saludo

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